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12·06·2023
La Mancomunidad pondrá en marcha nuevos proyectos para prevenir el desperdicio alimentario en tres entidades
- Ante la buena acogida del proyecto llevado a cabo en 2022 con el Complejo Educativo de Eibar, este año la Mancomunidad desarrollará proyectos de prevención del desperdicio alimentario con otras tres entidades.
- En el Complejo Educativo de Eibar los alimentos que sobran y que están en buen estado ya se destinan a una entidad social de Bergara.
La Mancomunidad de Debabarrena y el Complejo Educativo de Eibar desarrollaron en 2022 un proyecto piloto conjunto para evitar el desperdicio alimentario. Tras una amplia fase de diagnóstico, crearon el Plan de Acción para Evitar el Desperdicio Alimentario que recogía 14 acciones basadas en las conclusiones del diagnóstico. Actualmente, los alimentos sobrantes del centro ya se destinan a una entidad social de Bergara, con el objetivo de fomentar y poner en práctica acciones basadas en la economía circular.
Ante la buena acogida y resultados del proyecto piloto, la Mancomunidad dará continuidad a este nuevo eje de trabajo en otras tres entidades de la comarca que tienen comedor: un centro educativo, una residencia de mayores y un hospital. La selección de las entidades se realizará en el momento de la puesta en marcha del proceso.
El objetivo es seguir dando pasos para implantar prácticas basadas en la reducción de residuos que se generan en los comedores comarcales, de forma que en un futuro próximo todos los comedores públicos de la comarca, y el mayor número posible de privados, dispongan de un plan de prevención del desperdicio de alimentos y, en cada caso, se constituyan sistemas de reparto de los alimentos sobrantes entre quienes más los necesitan.
Diagnóstico y plan de prevención
Al igual que se ha hecho en el Complejo Educativo de Eibar, en estas tres entidades también se realizará una fase de diagnóstico en primer lugar, y, posteriormente, se desarrollará un plan de prevención adaptado a las circunstancias y necesidades de cada una de ellas.
La fase de diagnóstico comenzará en septiembre y primero se analizarán los hábitos de la cocina y el comedor en las tres comidas principales del día, los 7 días de la semana, para conocer la situación y las condiciones ambientales que puede tener el desperdicio de alimentos en los diferentes menús. Una vez finalizada la fase de diagnóstico, se elaborará en cada organización un plan de acción y prevención adaptado a su situación.